Almario

La madrugada
del 31 de agosto,
escogiste
para cerrar los ojos
sin dolor
sin pesar
rodeada de quienes amas y te aman.
Es tu tiempo
Momento
Lugar.

Aún recuerdo cuando llegaste
apenas un pedacito de carne,
y de eso pasaron casi 14,
con tu pelo dorado
y tu sonrisa franca
con ganas de brincar y soñar
abrazada a nosotros
Eras una cachorrita y cuidabas al cachorro
nos cuidabas a todos
y embriagabas con tu cariño.

Anoche te vi
con la respiración pausada,
lenta, difusa
y te dije más o menos aquellos palabras
de hace 13 años.
«Es tiempo, descansa, estaremos bien sin ti
Extrañándote
Añorando
Con un vacío en el pecho
pero tú eres primero y es tiempo de seguir»
Te di el último beso.

Aún recuerdo
cuando me bañabas a la vieja usanza
cuando me acompañaste a hacer mi tesis
señalando consejos y errores
moviendo la cola.

Corrías en el parque
subías la resbaladilla
no había nada
Ajeno a ti.
Los humanos éramos tuyos y no al revés.
Y lo demostrabas
con el corazón por delante.

Pero está madrugada decidiste irte
Lylo, mi amiga golden
mi amada perruska
y yo no pude más
que despedirte con una sonrisa
y un «gracias».

Subí a la azotea
con tu hija
le pedimos a Selene
acompañara tu viaje
y a Goyita, que se adelantó
hace 13 años
le pedí recibirte.

Buen viaje.
Gracias.
Apartame un buen lugar en aquel prado
Y cuando sea mi tiempo
Ven por mí
Acompañada del viejo Solovino y la Foca.

Pero ya será entonces.
Hoy ve hacia el almario
Y desde allá
Cólmanos de amor
cómo el que nosotros tendremos
por ti, Lylo
Por siempre…