Un cuento mío, con fotos de Barry Domínguez.
CUENTO
Por Pablo Saldaña.
Fotos: Barry Domínguez.
La niña y la luna
Susana caminaba por el bosque en la noche, le gustaban los paseos nocturnos porque la mezcla entre silencio y pequeños ruidos misteriosos le permitían soñar despierta. Gustaba de caminar cerca del río para que el susurro la transportara a otras tierras, pasear cerca del acantilado para que la brisa acariciara sus mejillas, o recostarse entre la florida para que la gama de olores inundara su ser.
Una noche, mientras recorría una vereda entre álamos y abedules, se detuvo un momento, con un dejo de asombro y volteó al cielo: la luna no estaba. Empezó a caminar más lento y gritaba, llamándola: “¡¿Luna… luna… dónde estás?!”.
Así pasaron unos minutos cuando unos ruidos entre matorrales la hicieron girar; frente a ella, una sonrisa entre arbustos se manifestó y tras unos segundos salió ante ella. Era un conejo extraño, tenía…
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